Ejemplos de comentarios pasivos agresivos sobre nuestro cuerpo

Esta nota revela los comportamientos violentos que una pareja o cualquier conocido o familiar puede tener con nosotr@s y que debemos aprender a detectar y a ¡bloquear! 

A veces detrás de un supuesto halago puede esconderse la peor de las ofensas. Lo que en primera instancia puede parecer algo incongruente, en realidad es algo mucho más frecuente de lo que podemos pensar, ya que en nuestra sociedad se ha normalizado que las personas se sientan con el derecho y la libertad de opinar sobre el cuerpo o aspecto físico o personalidad de otr@ sin que se les pida opinión alguna. 

Te invitamos a revisar algunos ejemplos de comportamiento pasivo agresivo que puede venir de una pareja, un amig@, un familiar, compañer@ de trabajo, jefe, ¡de cualquiera! y que debes aprender a identificar para poner los límites y resguardar tu salud mental y emocional. 

“Estás gordit@, pero tienes linda cara” 

Esta es una forma pasiva - agresiva para recalcar que estás sobrepeso, que te ves mal, pero que al menos tienes una cara atractiva que te permite ser parte de lo que se considera “agradable” o que está dentro de los parámetros de belleza de la sociedad, en especial cuando hablamos de los estereotipos que ensalzan el cuerpo perfecto de una persona que NO EXISTE. 

“¡Estás súper flac@, qué bien te ves!”

Está normalizado que si un@ baja unos kilos y se reencuentra con alguien que no te ha visto hace tiempo, esa persona se siente en el derecho de halagar esta pérdida de peso y de recalcar que así te ves mucho mejor, no como antes. El problema es que las personas no solo pierden peso porque quieren, sino a veces lo hacen porque están enfermas, estresadas, deprimidas y un largo listado de cosas que no son felices. Además, con estos comentarios, estamos reforzando la idea de que ser delgad@ es sinónimo de salud, belleza y éxito, cuando a veces es todo lo contrario. 

“Si te pones eso va a pensar que eres fácil” 

En pleno año 2021 podemos escuchar comentarios en relación a que si usamos un tipo de ropa tenemos un determinado estilo a la hora de vestirnos, éste va a determinar el tipo de persona que somos y lo que queremos. Y eso no solo vale para la ropa de calle, sino que hasta paranuestra lencería.Es como si nuestros calzones también determinan quiénes somos y lo que buscamos. 

“Si no fueras tan exigente, te iría mejor en el amor” 

Esto no es sobre el cuerpo, sino más bien de la personalidad. Es el típico comentario de cuando un@ recalca que busca determinados rasgos en una pareja, y se te tilda de “exigente”, “maños@” y que por eso estás sol@ y así te quedarás si es que no cambias de actitud. Con este comentario, solo recalcamos conceptos como que la prioridad siempre es el otro, que hay que adaptarse a los demás para que te acepten y que debes olvidar que eres un ser únic@, que eso no es una virtud, es en realidad un problema que se interpone al momento de elegir una pareja romántica. 

“¿Y vas a ir (salir) así?”

Esta pregunta parece ser muy inofensiva, casi doméstica, pero la verdad es que es bastante ofensiva, porque la persona te está queriendo decir que así como estás vestid@, no está bien salir, ya sea porque andas de polera y buzo, o con demasiado color, con brillo, con zapatillas, con taco o con lo que sea. 

“No tienes un gran cuerpo, pero sí una increíble personalidad” 

Hay personas que hasta dicen este tipo de cosas sobre sí mismas, lo cual habla nuevamente sobre estos cánones de belleza impuestas por una sociedad que nos trata de convencer sobre lo que es bello y lo que no es bello. 

“Si adelgazaras un poco, de seguro que te iría mejor” 

Nuevamente nos encontramos con un comentario que refuerza la idea de que la delgadez viene de la mano del amor, la salud y la felicidad. 

“¡Ay! necesito bajar de peso me siento obes@”

Esto, dicho frente a una persona que quizás sí está lidiando con tener una vida más saludable o que se siente acomplejad@ por su físico puede sentirse como cuchillos, en especial cuando te refieres a un par de kilos como si se tratara realmente de obesidad. Siempre hay que cuidar las palabras porque uno sabe ni conoce las batallas del otro. 

“Tienes mucha personalidad, yo no podría atreverme”

Esta es una frase que se suele decir cuando alguien por ejemplo se viste de una forma poco tradicional o se viste con ropa que en realidad no debería según los estereotipos de belleza de la sociedad. El decir “yo no me atrevería” es darle una bofetada a la otra persona, diciéndole de manera muy pasiva y agresiva que jamás podría salir a la calle viéndose así. Es un insulto, no es un halago. 

¿Qué hacer cuando nos encontramos con estos comentarios? 

Intentar respirar hondo, entender de quién viene, recordar que solo importa lo que tú pienses y luego decir en palabras claras que en realidad el comentario no viene al caso, ya que no le has pedido la opinión y que cuando la quieras, se la pedirás. De este modo, estarás aportando tu granito de arena en educar al otr@ en relación a la violencia pasiva agresiva. 

¿Qué debo hacer si es que yo suelo hacer este tipo de comentarios? 

Leer varias veces esta nota, reflexionar sobre el tema o sobre cuántas veces tú te has sentido atacad@ y pensar antes de hablar, en especial cuando está en la punta de tu lengua algún comentario de los mencionados. 

Por Jessica Ramos Valenzuela